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miércoles, 11 de abril de 2012

ECLIPSADOS por José Ignacio Restrepo





Crisis del alma...
Se desmaya el sentimiento sobre nuestras propias letras, falta la voz callada del papel, nada habla, nada pronuncian los rincones de tu piel, se pierde en el espacio la intensidad, y como un flagelo, golpe a golpe despacio, el alma en crisis está...
Crisis del alma, que reconoce su instante fatal, aquel que se desvanece, porque ya no puede más...
Queda inmóvil la razón, se recuesta en su propio rincón, en donde el amor estalló, porque no pudo con los avatares de la emoción... Todo es silencio, queda callado el espacio y el tiempo, flota el ser en sus propio corazón, que se atreve a acariciar al mismo alma, para salir del infierno en que se hizo piel y huesos, porque se debilitó su destreza para componer aquellos versos, que mueren secos de inspiración...
Crisis del alma... explotó el amor, huyó la musa y su riqueza muy lejos se la llevó... crisis del alma... se está llevando todo, pero dejará en un trozo de la vida, un poco de ilusión... Ilusión de recuperar aquellas letras perdidas, y aquella pluma herida de amor...

Raquel Norma Smerkin Roitman


HILANDO
de

, el Lunes, 9 de abril de 2012 a la(s) 18:29 ·
Hago un ovillo
con los recuerdos
y comienzo a tejer
mi historia
en blanco y negro.

Voy hilando
sobre la rueca del pasado
la ingenua infancia
que se entrelaza
con el presente
desolado,

mientras el futuro
me espera
con los brazos abiertos
para llevarme
a la tumba,
desenredando
los nudos de esta historia
entre sus manos.

Janice Montouliu
(Derechos de autor)

Alber Cocinero Alber
POEMA
mi cuerpo es un mar de placer cuando estoy contigo,
no puedo esconder mi deseo,
mis labios se muerden para contener esta sed,
necesito de ti siento que no hay aire en mi ,y es que,
absorbes todo de mi,
cuando siento tus manos deslizarse lentamente por mi piel,
yo pierdo los sentidos, cuando veo tu desnudez.
cierro los ojos por si es uno de los tantos sueños que suelo tener,
pero no cuando tus labios rozan mis labios me doy todo a ti,
me pierdo en ese inmenso misterio que guarda tu cuerpo y me dejo llevar, tu perfume me enloquece mas el manto de tus cabellos
tapan nuestros cuerpos, yo entro en éxtasis total,
me incitas en este placer, entrar en tu cuerpo es estar
en un jardín entre mil rosas donde la mas bella eres tu
no dejo de mirarte y aún dormida despiertas mi ternura te beso
en la mejilla
por no interferir tu sueño eres como un río corriendo por mi cuerpo has dejado en mi boca el sabor de tus besos
has embriagado mi cuerpo con tu deseo siento necesidad de abrazarte y decirte cuanto te quiero te miro dormida y te poseo despierto el viento sopla con fuerza me arrullo a tu cuerpo para que no me extrañes las primeras gotas de lluvia empiezan a caer
se que cuando despiertes te tendré otra vez

AUTOR ALBERT




ME RECUERDAS, AMOR, CUANDO SONRIES.
Jorge Fdez.Marcilla 10 de abril 2012

Me recuerdas, amor, cuando sonries,
a este cielo del mar mediterràneo,
a un suspiro que nace en el silencio,
de un poema de versos nerudianos.
Me recuerdas, amor, a esa locura,
nacida entre corridos mejicanos,
que naciendo al susurro de guitarras,
se muere cuando alumbran los disparos.
Me recuerdas, amor, a la ternura,
del beso en el portal recien robado,
atrapado en la noche de tu pelo,
en un nudo de abrazos desbocados.

Al contemplar el mar, tu rostro sueño.
Detràs la Catedral y las murallas,
me separan del Cielo y del Infierno
Nadando entre las olas y la espuma,
dibuja el corazòn un mar de besos.
Se duerme el sol y el cielo se oscurece,
el mar surcan los yates y veleros
y mientras las gaviotas se hacen nube,
sentado en este banco, aquì te espero.
Al fondo, el mismo verdiazul del mar,
ya transforma tus besos en recuerdo.

Un músico, perdido en su mirada,
exprime el viejo saxo con sus dedos,
dibuja un celestial " a mi manera"
y todo se me antoja màs pequeño.
Esconde tras sus gafas enlutadas,
un semblante dormido entre silencios,
y mira sin mirar al mar ausente,
pintando sin color el universo.

Le guarda la muralla adormecida,
de cànticos morunos aùn despiertos,
soñando una princesa por quien muera,
en noches de arrayanes y de inciensos.
Vuelve a tocar y bien que rompe el alma,
a golpe de suspiros justicieros.
Mientras sueña, le envuelve y le acaricia,
un perfume dorado y yo, me pierdo.
.
Nota: Dedicado al mùsico que cada dìa toca junto a la Catedral de Palma de Mallorca.


Me duele el odio.- 535.

Me duele el odio que destila el mundo,
la indiferencia que en la sombra mata,
esta vida de locos, insensata,
que nos trae este tiempo moribundo.

Se pierde la ilusión en un segundo,
la forma de vivir se ha vuelto ingrata,
despreciamos la vida del no nata,
marchamos como un pobre vagabundo.

Me entristece la falta de valores
en todas las facetas de la vida,
la corrupción por todos consentida,

la injusticia de jueces impostores,
el sueldo de políticos traidores,
sin solución posible conocida.

César abril del 2012.



CUANDO YO ME VAYA, MADRE.
Jorge Fdez Marcilla 10 de abril 2012

La noche està dibujando
su figura en los balcones.
Dos imàgenes de plata,
dan brillo a los corredores,
y en un anciano reloj,
nacen en punto las doce,
cuando las doncellas duermen,
sin hombre que las arrope.
Los grillos dejan dormir,
a sus amigos del monte.
El camino es amarillo
y un suave rumor de voces,
mientras siembra la amargura,
va recogiendo limones.

- Cuando yo me vaya, madre,
convertido en horizonte,
que tus divinas pupilas
no cristalicen mi nombre.
Que no desangren jardines,
decapitando sus flores,
para adornar a mi alma....
¡Que no sè dònde se esconde!
Pon una cruz en mi pecho
y grava en ella tu nombre,
aspas de fulgor de estrellas,
y tan fuertes como el bronce.
Quienes nada me quisieron,
llanto sobre mì, no arrojen,
que la impureza del alma,
no se limpia con sudores.""
"Cuando yo me vaya, madre,
armonìa de colores
quiero que sea tu veste....
¡ No te disfraces de noche !
Que no redoblen campanas,
mientras la tierra me esconde,
en mi ùltimo refugio,
al pie de las altas torres.
Que guarden por mì, silencio,
¡ Ese sì que me conoce!
Cuando yo me vaya, madre,
no sè ni cuando ni dònde,
que me embalsamen con tierra
càntabra, que soy del Norte."

La noche me està llamando,
conozco sus resplandores.
La luz que ciega mis ojos,
es màs fuerte que mil soles



El dolor de una madre...

Cuando una madre llora, con el dolor de siglos, con el dolor de toda una humanidad, metida en su alma, sus lágrimas son tan profundas, que queman la piel, desde lo más íntimo de sus entrañas...
El dolor de una madre, no se puede comparar con nada, cuando ve como sus hijos, carecen de lo elemental, y no tiene como compensar esa falta, cuando se da cuenta, lo que en un futuro le va a costar, que se haga justicia, con ese ser que dio a la vida...
Cuando una madre siente que su corazón hierve, es porque sus hijos peligran, están al borde de la muerte y ellas se olvida de sus propias vidas, tan sólo quieren que esas lágrimas se conviertan en esperanzas cumplidas, en mundos nuevos, en donde no cueste tanto mantenerse con vida...
El dolor de una madre... es infinito, ilimitado, tan sentido, que no hay nada igual a ese sufrimiento, en su intento de abrazar cada trozo de su cuerpo, para protegerlo de los peligros a que se expone su almita desamparada, en una sociedad de amor desolada... deshumanizada...

Raquel Norma Raquel Norma Smerkin Roitman