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jueves, 5 de enero de 2012


UN CUENTOBuena suerte o mala suerte?

Había una vez un hombre que vivía con su hijo en una casita del campo. Se dedicaba a trabajar la tierra y tenía un caballo para la labranza y para cargar los productos de la cosecha, era su bien más preciado.
Un día el caballo se escapó saltando por encima de las bardas que hacían de cuadra.
El vecino que se percató de este hecho corrió a la puerta de nuestro hombre diciéndole:
-Tu caballo se escapó, ¿que harás ahora para trabajar el campo sin él? Se te avecina un invierno muy duro, ¡qué mala suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte?
Sólo Dios  lo sabe.

Pasó algún tiempo y el caballo volvió a su redil con diez caballos salvajes con los que se había unido.
El vecino al observar esto, otra vez llamó al hombre y le dijo:
-No solo recuperaste tu caballo, sino que ahora tienes diez caballos más, podrás vender y criar. ¡Qué buena suerte has tenido!

El hombre lo miró y le dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios lo sabe.

Más adelante el hijo de nuestro hombre montaba uno de los caballos salvajes para domarlo y calló al suelo partiéndose una pierna. Otra vez el vecino fue a decirle:
-¡Qué mala suerte has tenido! Tu hijo se accidentó y no podrá ayudarte, tu eres ya viejo y sin su ayuda tendrás muchos problemas para realizar todos los trabajos.

El hombre, otra vez lo miró y dijo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios  lo sabe.

Pasó el tiempo y en ese país estalló la guerra con el país vecino de manera que el ejército iba por los campos reclutando a los jóvenes para llevarlos al campo de batalla. Al hijo del vecino se lo llevaron por estar sano y al de nuestro hombre se le declaró no apto por estar imposibilitado. Nuevamente el vecino corrió diciendo:
-Se llevaron a mi hijo por estar sano y al tuyo lo rechazaron por su pierna rota. ¡Qué buena suerte has tenido!

Otra vez el hombre lo miró diciendo:
-¿Buena suerte o mala suerte? Sólo Dios  lo sabe ...


 ¿Había sido buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quien sabe? Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.

Autor: Desconocido


LAS COSAS SUCEDEN ; CREE QUE TODO ES PARA Y POR TU BIEN ... PARA DIOS NADA ES IMPOSIBLE
Cuando cantó la culebra...

Cuando cantó la culebra,
cuando trinó el gavilán,
cuando gimieron las flores,
y una estrella lanzó un ¡ay!;
cuando el diamante echó chispas
y brotó sangre el coral,
y fueron dos esterlinas
los ojos de Satanás,
entonces la pobre niña
perdió su virginidad.

Ruben Dario

COMO TINAJA

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.

GIOCONDA BELLI

TU SONRISA ( MERCEDES PASTOR )


TU SONRISA ( MERCEDES PASTOR )

                 

TU sonrisa     ( dedicado a Colin Firth )
es como el agua  cristalina
que viene del manantial
llenando mi corazón de una
intensa emoción.


Tu sonrisa
es tan ardiente que
echa chispas de amor
brotando de tu interior.


Tu sonrisa
es un instante fugaz
ordenando la armonía
con la que quiero recibir
los días



Tu sonrisa
es como la espuma de los mares
que trae el amanecer y que no
se lleva tampoco el anochecer


Mercedes Pastor
5 enero 2012

TUS DEDOS ERAN LOS CULPABLES POR LUISA GARCÍA


TUS DEDOS ERAN LOS CULPABLES POR LUISA GARCÍA

Tuve miedo de una lágrima fosilizada
que se acomodó a mi lado, después de descender
lagrimar abajo huyendo de la avaricia de sus ojos
era una antigua lágrima rezagada, polvorienta
de martirios y angustias desmenuzadas
en pantanosos caminos escarchados
entre escarpadas mariposas
y sufridas espinas ocasionales
ya desposeías de fragante flor.
Tuve miedo, y se me congeló en el pecho
mordiéndome los senos
que crujieron junto a mis huesos
a punto de abrumarse con su desnudez.
Y ahí llegó su mano calladamente
reptando por mi piel silenciosa
con aroma de deseos improbables.
Sutil se adueñó, de la puntas gráciles
y saboreó su sabor a vainilla
paladeando su erizamiento
se apropió de su escalofrío
y en su mirada vi, la corona humedecida
por sus cálidos labios palpitantes.
El miedo, que habitaba, en el triángulo
después de descender por mi mejilla
y recorrer los trillos imantados de mi cuerpo
ya chorreaba, ya era un río, ya formaba lagos
recuperada la vida, se apeciguaba.
Tus dedos eran los culpables
tus dedos y tu boca
y tu saliva
y tu lengua
el empeño de salvarme de una lágrima
fosilizada e intrusa
que llegó para recordarme todas las felonías
sufridas por mi alma en los días tristes
de mi vida inconclusa.

LUISA GARCÍA
04-01-12