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lunes, 12 de marzo de 2012


Poder que Transforma
Me cuesta perdonar. ¿A quién no? Cuando alguien me falla, me defrauda o me perjudica… ¡cuántos deseos de venganza invaden mi mente! Tengo amigos y enemigos, y con ambos he tenido la oportunidad de practicar el perdón mutuo. En relación a este asunto, a través de los años experimenté diversas sensaciones, y transité distintas líneas de pensamiento.


Por ejemplo, me encontré con gente que promueve una especie de "perdón mágico", adjudicándole a éste la solución a todo conflicto interpersonal. Otros, además, utilizan el perdón como una vía de escape emocional frente a los recuerdos tristes del pasado, estrategia cuyo resultado muy pocas veces logra satisfacer el vacío y la frustración del ser interior.


Pero también tuve el privilegio de conocer personas sinceras y valientes, que en medio del dolor y de la adversidad han sabido elegir el camino del perdón.


En el año 2003 visité la ciudad de Corrientes (Argentina), en el marco de unas conferencias especiales sobre el tema de la espiritualidad. En una de esas charlas enfaticé la importancia y el beneficio que le brinda a nuestra persona la decisión de perdonar. De esta manera, y basándome en mi experiencia personal en cuanto al perdón hacia mi padre (quien abandonó el hogar cuando yo tenía ocho años de edad), invité a los presentes a que realizaran un breve balance de sus vidas y perdonaran a aquellos que les habían perjudicado emocional y/o físicamente.


Al concluir se acercó una pequeña niña de siete años, quien me dijo: "Mis papás se divorciaron, igual que los tuyos… Por mucho tiempo no pude perdonar a mi papá por haberse ido de la casa, pero hace unos minutos decidí perdonarlo… ¡y lo logré! ¡Pude perdonar a mi papá!"


Han pasado varios años desde que me desilusioné con los cuentos de hadas. Créame. Pero ha transcurrido la misma cantidad de tiempo desde que comprendí el tremendo poder del perdón como un beneficio de doble vía.


Cuando escojo perdonar me libero de toda carga emocional hacia la otra persona, a la vez que construyo un espacio de libertad en el que el otro puede reconsiderar su error y cambiar de actitud.


Jesucristo dijo: "…si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados" (Marcos 11:25-26).


No le aconsejo que se haga el tonto y ande por ahí con una sonrisa prefabricada, diciendo: "todo está OK", pasando por alto la situación de conflicto. Eso no es perdón. El perdón lo damos por amor, aunque el otro no lo merezca (¿no hace Dios así con nosotros?).


Perdonar quizás no haga que la otra persona cambie… ¡pero le aseguro que usted experimentará libertad y paz en su vida! Perdón es Poder que Transforma.


Cristian Franco

Erótico II
de Mardy Mesén Rodríguez
Llenas de primavera el mudo ruego
eres manos de sol, sedosa luna
dos ojos color miel, dardos de fuego
en este nuevo Edén de oculta duna.

Me pierdo en el encanto de la sombra
tu boca gime, vuela, luego roza
hojas que el viento trastoca. Te nombra
mi invertebrada desnudez de rosa.

Enférmame con tu fiebre de día
hipnotizando el tiempo de mi lengua
con el milagro de erecta armonía
con la inclemencia de tu amor sin tregua.

Galope de las horas por la lluvia
repican del placer hoy las campanas
la noche estrena su pasión de furia
reflejando tu cuerpo en mis ventanas.

Entra y habítame entre los cristales
con fuerza intempestuosa de animal
lluéveme entre los saucos y humedales
y dame todo el bien y todo el mal.

 Derechos Reservados bajo Ley de Protección IntelectualRegistro de la Propiedad, Costa Rica 2012.

Raquel Norma Smerkin Roitman


El pasado...
A veces no sabes que hacer con el pasado, está latente, esperándote, y cuando te golpea la mente, se te cae de repente como agua entre las manos...
El pasado fue, y no puedes negarlo, está insertado en tu corazón, y los recuerdos vienen amontonados a darte un pantallazo de lo que fueron otros tiempos en donde guardas, emociones y sentimientos... Tu hogar de infancia, la sonrisa de tu padre que se te escapa, el juego con tus hermanos, en los cuales siempre perdías el momento justo para ganarles...
A veces nos sabes que hacer con el pasado, porque viene al galope de los sentimientos, porque se monta a tu alma, y te desborda dejando tu corazón sin calma..Cuántas anécdotas, cuántos recuerdos, cuántos deseos que se te meten entre los dedos y corren por tus manos, como hilos transparentes de agua...
Cataratas de momentos que vienen y se van, según se inviten en forma inesperada a tu alma, o vengan porque tu los traigas...
El pasado, como peso, como añoranza, como nostalgia, como gran esperanza... siempre el pasado porque fue, inevitablemente siempre lo tendrás en tu ser, no lo podrás negar, a veces causando dolor, otras causando placer...
A veces no sabes que hacer con el pasado, pero siempre como a un huesped terminas hospedándolo, aunque transitoriamente, porque como hilos de agua clara, se escabullen sus instantes de los dedos de la mano y en el vacío del tiempo caen...

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.


Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
ésas... ¡no volverán!


Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.


Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!


Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.


Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así... ¡no te querrán!


Gustavo Adolfo Bécquer.

Eve Violeta Gauna Piragine II
No me escuchas
Mi voz emerge
de la nocturna melodía
de los grillos
acariciando la espera
para poder ser música
en tus oídos.
Mi voz pretende ovillarse
en una semilla
que germine
en una vibración cósmica
y así,
llenarte de silvestrías
el alma.
Aún no me escuchas.
A pesar del vacío,
habitado de frías
indiferencias,
la calma de mis palabras
continúa intentando
superar el desgano.
Mis manos, ciegas
a toda distancia,
siempre buscan tus manos,
mientras que tu existencia
se desgrana lenta
en una repetición rígida
de días donde no estoy.
Mis labios incansables
te siguen hablando...
a pesar de saber
que aún no me escuchas.


Eve V.Gauna Piragine 

Sentir campesino
de María Elena Astorquiza
Entre un sauce y un laurel,
ayer tarde al ocaso tú y tus besos,
a escondidas me han venido a ver,
yo te esperaba perfumada y ansiosa,
oliendo a limón y a verbena
deseando que en solo un abrazo,
mi aroma a piel y a rocío de rosas,
hiciera desaparecer todas tus penas.

Campo lindo de mi tierra,
tierra fértil, tierra morena,
en tu vientre, tibio lecho de río
te fecundó enamorado el viento
sembrando en ti mil semillas
germinadas en poesía y sentimiento,
de amor y sentir campesinos
que musitados en la voz del silencio,
estremecen hasta al corazón más frío.

María Elena Astorquiza V.
Colina, 11 de Marzo del 2012