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lunes, 26 de marzo de 2012

EL GUERRERO por Maki Hamma de
, el Lunes, 26 de marzo de 2012 a la(s) 5:58 · Soy el captor de mi alma.. El único amo de mi destino...( Invictus ) ( I ) Me habita certero un espíritu indomable, se desliza feroz entre mi lengua y mi palabra. Avanza a mi lado sin preguntar dónde.. He vagado solo. He permanecido en silencio reprochándo el solemne espacio de los años que me agóbian. Mi alma ha zozobrádo en aguas oscuras repletas de miedos y dudas. No me aparté por profundas y abismales que fuesen. Cada senda es un comienzo o un volver.. A veces he perdido el asombro, he desertádo de mí. Me poblaron fútiles andanzas y moró entre mis manos y mis huellas una honda desolación. Mi cuerpo está remendádo pero mi espíritu permanece insoluble! Se mueve hacía adelante.. Existe..! indestructible, osado, puro y me transita.. encima, abajo y a lo largo. De éste paisaje vacío brotan filos desnudos, gritos hambrientos, voces agudas que cortan el silencio. Me elevo atravesándo el aire y mi propia sombra lóbrega y pesadamente quieta. Reniego de éste ruinoso paraje.. ruinoso! Donde los sombríos rayos del sol se extiénden boca abajo.. Me ha crecido la penumbra a la cintura y yace.. Aún así no dobléga el avance. Estuve perdido entre clavos y pantanos, detenido a medio camino.. Petrificádo! Mi alma semincorporáda miraba absórta mis brazos en alto, mi delgada esencia a merced del tiempo. Atroz fantasma.. Sacudiéndo los sonidos oprobiosos en las verguenzas.. Ladran lenguas y campanas. El equipaje se desgasta en permanecer o continuar. Disyuntiva plana.. El hombre que sabe hablar debe encontrar la escueta razón de su inmovilidad porque la hambrúna carcóme el hueso y traspása.. Amargamente atraviesa los presentimientos. El viento sopla humedad. Levanto la cabeza.. Avanzo. Un grupo de rostros surgió de la tierra, una masa compácta y estridénte.. De dónde procede éste vómito tenebroso que me asecha con encóno y alerta el escudo en la mirada.. de dónde? Oscila hósca la sangre en las venas. Devoro el aire a mi paso.. Rapiñóso. Hay garras por doquier blasfemándo voraces entre piernas. De pronto estoy ante mí.. Agitádo, me desvanezco hacia atrás como una prolongáda aspiración de aire y polvo.. Arrójo de mí aquéllos rostros arrugados! Me espánto.. Soy yo! Soy yo.. éste descarnado ser a punto de mortája? Talládo en muerte, hinchádo de marcas y huecos.. Afligido de heridas y llágas..? Agotado de espinas..? Murmullo atrasádo sin expresión, seco, vacío de palabras y arrastrándo pedazos de nada? Sombra de la sombra..! Camino cuarenta pasos y bajo a lo hondo del ser.. Le miro a la cara sin argucias, sin otra salida más que mirarle.. Y no sé si pisó superficies o estrujo el aire.. Nada puede marchitárme.. ni miedos, credos o represiones. Soy el laberinto inconcebible de un alma que tenaz lucha contra sí misma por conservárse incorruptible. Avanzó..! Me estoy despellejando, soy un abismo de carnes secas y costillas.. Mi ser silencioso vociféra, emite voces vibrantes cual columnas de grava.. Su fuerza voltéa siglos de confusiones e iniquidades. Podría acabar con todo y todos.. Observa con curiosidad mi mirada enfrentáda a la suya.. Percibo susurros y nucas, se deslizan formas oscuras a distancia. De dónde viene ésta luz que cesa la noche en la mirada.. de dónde? Se han secado las aguas.. Caminan alas en mi izquierda con pasos mesurados. No atisbo suelo, froto pestañas y tobillos.. Revolotéa caliente el aire. Y éste resplandor que guarece mis flecos hasta las rodillas? Algo majestuoso cubre lentamente con su manto de manos y raíces lo que he sido y puedo ser.. Tiemblo.. avanzo entre paños y borrascas. Fausto camino franqueádo de velas y cuchillos. Se oye un ligero repiquetéo dejo pasar un minuto entero o miles de año quizá.. Avanzo indetenible, casto, fecúndo.. Inmenso! Curtido de durezas, forjádo de temores. Contemplo mi propia alma, larga en sus bordes decidida en su contiénda.. Luchando sin cobijo de túnicas o máscaras.. Hundida en el dolor..! mudo y áspero. Brotáda de fauces y caretas. Trágica letanía de su grandeza. Me estíro.. Y sobre mí, mi esencia se agigánta, se eleva hasta tocar el cielo, mi cuerpo se precipita como un golpe sobre la tierra.. Me arden las tinieblas! Rígidos brazos me sostienen deteniendo el paso de la muerte y su cortejo de sombras resplandecíentes y ufanas. Un guerrero inmóvil me alerta. Cuidado! El rugido del fin puede alcanzarle, quebrar su oleaje y la verdad que aún desfallecida recorre sus venas.. Bajo la voz y le miro ondulánte.. Como al inicio de todo, como todo al inicio, cuando las fuerzas primigénias coexistían en cardinales ejes. Sobran cabezas y cetros, no me ciñen laureles sólo agujeros entre los dedos. Todo está roto, en destrozo, bullen gemidos levantandose inquietos. La tierra herida llora círculos de dolor. Una muralla de agujas explóta. Respiro. Brilla un reflejo.. Los espejos transfiguran con avidez los umbrales estertóreos.. Cuarteadas esperan las manos envueltas en zollosos.. Hubo tiempos de rocas y espalda... ( II ) Hubo tiempos de rocas y espalda donde el gesto erguido caminába rodeándo el estupor y las visiones. El sendero? Escarpádo. Mudándo negritud y abandono. El silencio estranguládo florecía, despertando instintos ilícitos y despiadados, palpitándo densas las pasiones, ésas que conjuraron mi piel y mi mente más allá de todo límite. Una estampída de bocas jadeándo estremecidas ultrajába los ojos, que permanecían firmes.. Impávidos y firmes..! La voz de mi alma resonó profunda.. se mojó de dudas, no temió caer, y trémula elevó sus alas sobre el inferne.. Estoy fatigado.. Una brisa de moscas me sonrie, la muerte danza y respira ve acercárse el momento final, el viaje en sentido inverso.. Un espacio fantasmoso me invade intruso.. El desaliento silba.. Un grito espeso detiene el foso cavádo en el fango.. Ades.. Parte de mí! Aún no te pertenézco..! La oscuridad se aleja, con ella su sombra decrépita. Una infinita soledad se eleva y la calma desciende suavemente.. Tengo la firme sospecha que los hombres sedientos apágan la luz de sus lámparas.. El dolor alivió mi Sed. Soy la voz cruda y sin digerir.. El viento, las manos clamando.. El tiempo, la mirada añorante, el horizonte pleno.. Héme aquí..! Con mi blancura a cuestas, podría abrazar el Universo entero.. Permanezco profundo y terso. Avanzo.. Grieta a grieta. Llueve.. Me habita certéro un espíritu indomáble... MH El guerrero
Romance satírico de
Pues me hacéis casamentero, Ángela de Mondragón, escuchad de vuestro esposo las grandezas y el valor. Él es un médico honrado, por la gracia del Señor, que tiene muy buenas letras en el cambio, y el bolsón. Quien os lo pintó cobarde no lo conoce, y mintió, que ha muerto más hombres vivos que mató el Cid Campeador. En entrando en una casa tiene tal reputación, que luego dicen los niños: Dios perdone al que murió. Y con ser todos mortales los médicos, pienso yo que son todos venïales comparados al doctor. Al caminante en los pueblos se le pide información, temiéndole más que a peste, de si le conoce, o no. De médicos semejantes hace el rey, nuestro señor, bombardas a sus castillos, mosquetes a su escuadrón. Si a alguno cura y no muere, piensa que resucitó, y por milagro le ofrece la mortaja y el cordón. Si acaso estando en su casa oye dar algún clamor, tomando papel y tinta, escribe: "ante mí pasó". No se le ha muerto ninguno de los que cura hasta hoy, porque antes que se mueran los mata sin confesión. De envidia de los verdugos maldice al corregidor, que sobre los ahorcados no le quiere dar pensión. Piensan que es la muerte algunos; otros, viendo su rigor, le llaman el día del juicio, pues es total perdición. No come por engordar, ni por el dulce sabor, sino por matar la hambre, que es matar su inclinación. Por matar mata las luces, y, si no le alumbra el sol, como murciélagos viven a la sombra de un rincón. Su mula, aunque no está muerta, no penséis que se escapó, que está matada de suerte, que le viene a ser peor. Él, que se ve tan famoso, y en tan buena estimación, atento a vuestra belleza, se ha enamorado de vos. No pide le deis más dote de ver que matéis de amor, que, en matando de algún modo, para en uno sois los dos. Casaos con él, y jamás de viuda tendréis pasión, que nunca la misma muerte se oyó decir que murió. Si lo hacéis, a Dios le ruego que gocéis con bendición; pero si no, que nos libre de conocer al doctor.
Pasiones de un ausente enamorado Este amor, que yo alimento de mi propio corazón, no nace de inclinación sino de conocimiento. Que amor de cosa tan bella, y gracia que es infinita, si es elección, me acredita; si no, acredita mi estrella. Y, ¿qué deidad me pudiera inclinar a que te amara, que ese poder no tomara para sí, si le tuviera? Corrido, señora, escribo en el estado presente, de que estando de ti ausente, aún parezca que estoy vivo. Pues ya en mi pena y pasión, dulce Tirsi, tengo hechas de las plumas de tus flechas las alas del corazón. Y sin poder consolarme, ausente y amando firme, más hago yo en no morirme que hará el dolor en matarme. Tanto he llegado a quererte, que siento igual pena en mí del ver, no viéndote a ti, que adorándote, no verte, si bien recelo, señora, que a este amor serás infiel, pues ser hermosa y cruel te pronostica traidora. Pero traiciones dichosas serán, Tirsi, para mí, por ver dos caras en ti, que han de ser por fuerza hermosas. Y advierte, que en mi pasión se puede tener por cierto que es decir ausente, y muerto, dos veces una razón. Gustavo Adolfo Becquer