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domingo, 18 de julio de 2010

Fragmentos de un suicidio, de Fran Arriagada


cuántos han muerto por su suicidio

murieron las flores rubias que él guardaba
en una tumba de vidrio y no resucitaron
como muchos de nosotros esperó que aconteciera

" yo soy el día que con ojos de enamoramiento
mira fijamente su sol capital "

" puedo tocar sin asquearme sin desfallecer
las arrugas de las casas ya viejas
de mensajes por descifrar "

y resulta que vivió en el umbral
de una conciencia oscurecida
que siempre enterró ante su mirada
la sencillez de su rodar besando bocas

y entraba y volvía a entrar en esas plumas negadas al vuelo
sin embargo siguiendo siempre en los vertederos de la ciudad
igual de querendón con las palomas

" estrellas como hadas madrinas bajan
con la apariencia de doctores de la ley a interpretarme
la vida tan difícil que se me pone
cuando quiero detener la realidad "

y ya en reuniones en exclusiva con las cigarras
sabíamos ya que la semilla intacta de los pobres
es su eterno cuchillo que tiembla
por ponerse bajo sus cuellos
otras veces

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