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viernes, 16 de julio de 2010

Photobucket El puente lavado, antes del amanecer, por un agua en sueños semejante a la mezcla del alba, forma una hermosa relación con el cielo. Y la infancia adorable del día, por el emparrado de las tiendas rodadas, desciende hasta mi canción. /// Infancia, mi amor, ¿no era más que eso?///Infancia, mi amor... el doble anillo del ojo y la felicidad de amar... Hace un tiempo tan sereno y tan tibio, un tiempo tan continuo que parece extraño estar allí, con las manos atadas a la facilidad del día.../// Infancia, mi amor, no hay más que ceder... Pero, ¿lo he dicho ya?, no quiero remover más esas sábanas, allí, en lo incurable, entre las verdes-soledades de la mañana... Pero, ¿lo he dicho ya?, sólo hay que servir como de vieja cuerda... Y este corazón, este corazón, ¡allí!, arrastrándose sobre los puentes más humildes y más salvajes y más, que un viejo estropajo, extenuado.../// -SAINT-JOHN PERSE -

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