La madrugada se diluía en la sombra de una penumbra baldía
Donde el bullicio ausente
Dejaba al tanto las precipitaciones de gotas escondidas
En los ventanales sudorosos de los edificios
Que en un callejón helado
Emanaban vapor
Como un cuadro obscuro que desprendía en lágrimas todo su tormento
Retinas ignorantes
Se perdían lo acontecido
Un crimen había profanado dulcemente el concreto que yacía mojado
Dos cuerpos atados por sus contorsionados labios
Levitaban en el aire
Mientras sus ropas
Como fotografías agotadas
Eran las únicas testigas de ese simulacro ardiente
Orgasmos inadvertidos
Fabricaban un ruido industrial
Que vencía la gravedad en las piernas
Por agitaciones derretidas
Que derribaban aquellas figuras
En aquella aventura citadina
Cobijada por el cielo
Y un vendaval sensual
Donde un coctel de movimientos
Le robaba los gritos a los dedos
Que como flechas
Acariciaba la fiebre de estos amantes
Flotando en la geometría del sexo
Mientras los pensamientos besaban los rostros
Que en fuga de gesticulaciones
Llenaban de agua el suelo
Tras el ultimo rugir del aire
Que el eco de ráfagas de caricias se llevaba
Mientras la urbe perdida
Inconsciente de lo sucedido
Seguía siendo sabana de historias paralelas
Donde la piedad de la ficción
Calmaba la ansiedad de la realidad
Y el deber de soñar
http://alquimistaestupefacto.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario