El silencio del árbol de Raquel Norma Smerkin Roitman
inseparable amigo de la tierra,
tu sabes del silencio de los tiempos,
sabes del planeta los secretos.
Corteza tras corteza
son las formas de tu cuerpo,
tus raíces se abren como poros
elaborando el alimento.
Un montón de cicatrices te visten,
testimonio fiel de que sufriste
la poda imperdonable y ciega
del hombre con la naturaleza.
De tantos avatares saliste fuerte,
aún sigues erguido en tu nobleza,
contienes a las aves en tu
copa frondosa,
cuando el calor aprieta,
siempre nos ofreces tu exquisita sombra.
No te mereces los hachazos
que como crueles latigazos
te van desterrando de la vida,
no te mereces desaparecer
de las regiones en que habitas.
Nos oxigenas el corazón,
con tu silenciosa energía
y a pesar de todo
sigues brindando hojas
que transpiran
la abnegada lucha
de seguir dando tu sabiduría.
Quién dijo que no sientes,
que no sufres,
las inclemencias, las injusticias,
quién dijo que no hablas
porque no tienes lenguaje.
Se te ve inclinado,
deshojándote de a poco,
se te ve pidiendo agua
cuando la sequía te alcanza,
y he observado como
lloran tus hojas
cuando el sauce llorón
en su caída, te nombra.
Autoría: Raquel Norma Smerkin
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