de María Elena Astorquiza, el sábado, 12 de mayo de 2012 a la(s) 4:25 ·
Pescador de auroras y ocasos
llévame a pescar en tu barca
antes de que muera la tarde,
naveguemos mar adentro
siguiéndole al sol los pasos
mientras las nubes arden.
Quiero echar contigo las redes
bajo la luz de la luna que nace
y ayudarte a recogerlas llenas
después de que la noche avance,
no te apures en subirlas
aunque brillen las estrellas
que yo te acompañaré en silencio
hasta que el cardumen venga,
démosle tiempo a los peces
para que se enreden en ellas.
Terminada ya nuestra faena
las luces que titilan inquietas
serán el faro brillante y lejano
que nos acerque a la caleta
y amarraremos tu barca
uniendo nuestras manos
para distribuir la pesca,
luego nos iremos a casa
caminando por la arena
y antes de que rompa el alba
volverás a ser pescador
en la humedad de mis caderas,
me amarraré a tu pecho
y tú pescarás en mi piel,
tu boca será mi anzuelo
multiplicado en mil besos
y tus brazos abiertos mi red.
Santiago, 11 de Mayo del 2012
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