Fuiste a la única que ame.
Jamás he probada nada igual.
Y los años pasaran seguramente.
Sin poder quitarte de mi mente.
Que triste para las demás.
Me apena que me hayan querido.
Pero mi alma entera se ha quedado contigo.
Y no se si volverás.
Fuiste a la única que ame.
Y por la que siempre he llorado.
Porque lagrimas de hombre por una mujer.
Son lágrimas de un hombre enamorado.
Jamás te olvidare.
Y mis ojos, húmedos como mis sueños.
Siempre te seguirán buscando.
Porque fuiste a la única que ame y por la que ahora estoy rezando.
Francisco Caballero Romo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario