EVIDENCIA SIN RIMA Que playa inmensa sos para mis pasos que han sufrido angustias... Que enaltecido me siento cuando migra tu mirada de las cosas para hacerse entre mis ojos firmamento... La medida de los valores circundantes me la das vos, dulce amor, y aunque no leas ésto, que diantres, si entre mi saliva se moja largamente tu cabello... Sos ese metro preciso que nada clasifica, portento escatológico que opone a las erradas fuerzas una cláusula, que dice que el amor no contrapone solo suma lo que tiene de certezas, lo que encuentra cual pieza cuneiforme, para juntar aquel favor domado que se puso a su lado cualquier día, sin decir su nombre apenas, todo vuelto sonrisa... ¿Lo recuerdas? JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright © |
Porque el amor es simplemente eso: la forma del comienzo tercamente escondida detrás de los finales. Roberto Juarroz .
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sábado, 3 de diciembre de 2011
José Ignacio Restrepo-Escritor
Raquel Norma Smerkin Roitman
Sombras del corazón...de Raquel Norma Smerkin Roitman
Cuando no tienes un hueco por donde penetre el sol, cuando se oscurece el sentimiento, y tu alma gime de dolor, es porque tienes sombras, dolientes sombras que a las venas hieren, sombras del corazón... Son esos lugares que han quedado sellados, sin ventanales hacia el alba, y al desamor se han entregado... Un húmedo silencio los dejó sin esperanzas... Duele verlos en penumbras, agobiados , suspendidos, y sobre sí mismos sobrecogidos, como anhelando que un sueño de luz, ilumine sus latidos... Son corazones entumecidos de tanto golpear en el vacío, de tanto andar por los caminos desprovistos de cariño, sin lumbre, sin recuerdos, sin olvidos... Sombras del corazón que vagan por la vida buscando un alma que les diga palabras bellas de amor, para alumbrarse a sí mismo con el sentimiento más profundo, para no morir con la ceguera de un corazón que no sabe, de un corazón que no probó, la encandilante presencia de la luz del amor... Autoría: Raquel Norma Smerkin Roitman 2.12.2011 Sitio web de esta imagen |
Se dice que al escuchar la música de Bach podemos sentir la nostalgia del paraíso, mientras que si escuchamos a Mozart estamos en el paraíso mismo. Heidegger no estuvo exento de interesarse por la música, y aparentemente Mozart era su compositor predilecto. Eso no haría sino confirmar la naturaleza de su predilección por el neoclasicismo. A Hannah Arendt le escribía cómo cuando escuchaba la Antígona de Orff en vivo, sintió en un momento como si los dioses hubiesen estado allí. ¿Qué dioses? Evidentemente no el de la onto-teo-logía, el dios cristiano, el de la metafísica tradicional que él criticaba y del que Nietzsche hubiese ya advertido su acabamiento, su muerte, su pérdida de sentido vital. ¿Qué dioses entonces? Evidentemente los de Hölderlin (Orff estaba adaptando la célebre y polémica traducción de Antígona que hizo Hölderlin). Quizá también los dioses de los griegos presocráticos, los dioses homéricos, aquellos que se enaltecían con toda esa arbitrariedad que les criticara Platón...Lo cierto es que hay algo en Mozart que lo hace un músico único, y eso tiene que ver justamente con que uno se siente en presencia de algo sobrenatural pero a la vez muy humano y pleno de serenidad cuando se le escucha. Aparentemente eso mismo le pasaba a Heidegger. Por eso le dedicó al genial compositor una consideración especial en una de sus lecciones sobre el principio de razón suficiente, cosa que no hizo con ningún otro músico. No es en absoluto casual que lo mencione en esas lecciones. Más allá del aniversario del músico, que se cumplía por esos días, ese principio supone ser uno de los pilares fundamentales de la serenidad de la que goza la filosofía leibniziana, muchas veces tildada de optimista. Esa serenidad que es propia del clasicismo está impregnada de modo especial en la música de Mozart y en su modo mismo de composición, con ese don que se daba en él como si fuese una fuente de bellas emanaciones sonoras, como si la genialidad no fuese suya, sino como si fuese el mero instrumento de la divinidad. Recientemente se ha traducido un libro excepcional: Encuentros y diálogos con Martin Heidegger (1929-1976). En él su autor, Heinrich Wiegand Petzet, da cuenta de esta predilección de Heidegger por la música y por Mozart
Heidegger y Mozart: "Sólo un dios puede salvarnos".
Heidegger y la música: un tema que nos llevaría a una región cercana al corazón de este hombre, aunque conocida por pocos. Así, C. F. von Weizsäcker observó que la música apenas si ocupa un lugar en los discursos del filósofo sobre el arte. Pero sería erróneo deducir de allí que ella le fuera ajena. Al contrario. Su preferido era Mozart. El más bello testimonio de esto lo dio al comenzar una lección que coincidía con el bicentenario del nacimiento del compositor; citó allí un dístico de Angelus Silesius: |
Un corazón que se encalma hasta el fondo para Dios comoÉl quiere,es tocado por Él con gusto: es su tañido de laúd.Y agregó: "El tañido de laúd de Dios: eso es Mozart".
Petzet, Heinrich Wiegand, Encuentros y diálogos con Martin Heidegger (1929-1976), Buenos Aires: Katz, 2007, p. 29.
Fuente: philoarte.blogspot.com
Martha Lyda Marulanda Rodriguez
Martha Lyda Marulanda Rodriguez ~~♥~♥ VUELOS.(1)~♥~♥~♥ ♥ Si al abrir tu ventana en el amanecer frio, ves que un pajarillo herido cae moribundo en tus fuertes manos, dale un beso y abrigalo es mi suspiro de amor envuelto en una hoja blanca que te dice en la distancia " amor te extraño"♥♥♥ |
☻ Una piedra no es lo que parece,
es un beso de amor ausente
que en el aire, en suspiros se enternece
y te grita con dolor "mirame, estoy presente".☻
♠♣♦ VUELOS. (3)
♠ La flor de tu tiempoes la flor de mi herida,
la plenitud de tu sentimiento
es la primicia fresca de mi vida.♠
•◘○ VUELOS. (4)○◘•
◘El capullo timido de tu verso
es la raiz firme de mi poema,
la cancion de tu corazon
es la cruz de mi cordura.◘
◘El capullo timido de tu verso
es la raiz firme de mi poema,
la cancion de tu corazon
es la cruz de mi cordura.◘
◙¶▲ VUELOS. (5)▲¶◙
◙ Mientras mi piel se quema en pasion de infierno,
tu deseo hiberna adormecido
encogido en hostil y peresozo invierno,
me das las alas, para buscar el amor prohibido.▲
◙ Mientras mi piel se quema en pasion de infierno,
tu deseo hiberna adormecido
encogido en hostil y peresozo invierno,
me das las alas, para buscar el amor prohibido.▲
Martha Lyda Marulanda Rodriguez
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