Amalia Lopez
Voces que no desaparecen, que flotan en el cielo, que solo los poetas podrían escucharlas y recogerlas.Voces que se escuchan en el bosque o en soledad o en el alba, que tienen la invisibilidad del rocío, la belleza y la divinidad de las magnolias, la dicha y la ternura de la ofrenda.
Aprendí a habitarlas, a sentir cuando el viento tañe su espejismo. Fui remontando en ellas la alegría y el milagro de la vida, el amor que nos vuelve a la melancolía, al ardor de las miradas ausentes. Y a las lluvias de un crepúsculo mágico junto al mar
Amalia Lopez
Pintura ;El poeta y su milagro de Sergio Lastre.
Voces que no desaparecen, que flotan en el cielo, que solo los poetas podrían escucharlas y recogerlas.Voces que se escuchan en el bosque o en soledad o en el alba, que tienen la invisibilidad del rocío, la belleza y la divinidad de las magnolias, la dicha y la ternura de la ofrenda.
Aprendí a habitarlas, a sentir cuando el viento tañe su espejismo. Fui remontando en ellas la alegría y el milagro de la vida, el amor que nos vuelve a la melancolía, al ardor de las miradas ausentes. Y a las lluvias de un crepúsculo mágico junto al mar
Amalia Lopez
Pintura ;El poeta y su milagro de Sergio Lastre.
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