Quiero una prosa comprometida con la vida, que de todo su sentimiento y emoción, que nunca olvide a los pueblos, a la pobreza y a la desazón de los que viven sin amor...
Quiero una prosa que se juegue entera, para que el arte llegue a cualquiera que lo desee, no negarle a nadie el placer de leer un poema, de contemplar un cuadro, de agradecer al escultor su obra...
Mi prosa aspira muy alto, tan alto como el amor dado con total entrega, con profundos besos que hablan de lo eterno, con un mensaje apasionado y profundo hacia los corazones que leen en este mundo, los versos salidos de la inspiración...
Quiero una prosa con una musa limpia y laboriosa, que no baje los brazos cuando pasan tantas cosas, que no de vuelta la cara a la desgracia, y que del amor haga su fuente más preciada...
Quiero una prosa que alcance el nivel de las almas, una prosa bien alta, bien formada, y que con su belleza cautive a los espíritus que la buscan desesperados, y si no la buscan, ella que viaje para que nadie deje de leerla, para que nadie permita que el arte muera...
Quiero una prosa sentida como la misma vida, que traspase las venas con sangre roja como la misma herida que conmueve en sus letras esa prosa...

Raquel Norma Smerkin