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viernes, 11 de mayo de 2012


CUANDO LA CUMBRE SE HIZO VIENTRE (Del poemario "Cada tiempo con su tersura")
de Hugo Manrique, el Viernes, 11 de mayo de 2012 a la(s) 6:12 ·
Como silba el tiempo deshojando
los calendarios pegados a las palmas.
Algunos surcos ya crecieron
y la madurez de sus entresijos
no necesitan arados plegados
por el cielo abrazando a la tierra.

Las piedras secas se conjuran
entre sí y humedecen sus bordes
olvidados para saltar por los techos,
que suspirando dejaron entrar
a las doncellas y danzarinas
de tierra y barro limpios para mirar
absortas…

… Esas sus manos, ésas
que acariciaron clavos y pedazos
de amor con los ojos desorbitados
(y sus brazos doblados hasta el suelo).

Esas sus manos, ésas
que acariciaron las esencias
entre dátiles y espinas
con tan enérgicas miradas,
núbiles y mozas de madera fresca.

Esas sus manos, ésas
acariciando un vientre cercano
a la nueva cordillera allende
a sus latidos, desde siempre
y hasta los confines
de los sembríos en su piel.

Esas son sus nuevas huellas,
acariciando otras entrañas
… mineras en socavones de flores
… pioneras en candiles de miel
y cera bebiendo sus propios
manantiales de matriz eterna.

Y alguna mariposa distraída
por la tersura de sus adentros,
posará sus alas abiertas
sin mirar lo avanzado de la noche.
Y le enseñará sus primeros colores
amasando las mixturas en crayones
y arcillas hasta tocar la música
en sus oídos aún forasteros.

Son los artilugios de la noche
suplicando acompañar a sus pies,
inflados con soplos rosales
y besos almácigos,
en su nuevo camino
de piedras blancas
y sombras buenas.

Y por fuera, el mundo sin mirarse
por ninguna parte, ya escucha
la sonrisa sin aspares besando
su vientre por dentro.
Abrirá sus nuevas falanges
y ha esperar a las últimas hojas
del calendario para ver
su llanto de tierra adentro
y pulmones con briznas
de rumbo antiguo
… hasta pintar
con buenas nuevas
a ese su vientre,
… nido de maleza azul,
… pesebre en su quietud.



MATERNIDAD. Óleo de Lisa Yuskabage

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