Miguel Rubio
LARGA NOCHE INFAME


En esta larga noche infame
han vuelto mis amigos muertos,
mi padre ha salido rabioso
de su recién estrenado nicho.
He visto las cuencas vacías de sus ojos
y sentido el olor a podrido del cementerio.


Esta noche mi lápiz lloraba
y no se dejaba coger entre mis dedos
me dijo que ya no podía más,
escribir sobre flores marchitas,
sueños enterrados en fosas
y epitafios escritos en mármol negro.


Hoy en mi oscura habitación
he pasado horas con los ojos abiertos,
por miedo que al cerrarlos
al llegar la madrugada y abrirlos,
como en pesadillas cuando era niño,
me hubiera quedado ciego.


Hoy el papel blanco de todas las noches
tenía fruncido el entrecejo
y me miraba malhumorado
con un aire de reprobación
y los puños cerrados
en un desafiante gesto.


En estas horas desgraciadas
en que el reloj va lento,tic tac,muy,muy lento
el corazón me salía por la boca,
atravesado en la garganta
con el cuerpo dolorido
y corroído el cerebro por dentro


En esta noche infame
la Luna se me ha clavado en el pecho
los ojos se han llenado de arena,
y de cenizas de ilusiones quemadas.
He vuelto a sentir lo que siente
un vulgar gusano de muerto.


Hoy no he soñado con águilas,
ni siquiera con cuervos,
al levantarme tenía el sabor
en la boca, que debe tener,
un buitre carroñero.
A llegado un momento
que me da miedo dormir
y me da miedo estar despierto.
El dolor corre por mis venas
se recrea en el corazón
y se aposenta en mis sueños.


Estoy muy cansado.
Ya son demasiadas noches 
atrapado por los vivos
en un círculo de pús avariento 
y de ser visitado, dormido,
por los fantasmas suplicantes
de mi padre y los amigos muertos.


miguel rubio DAR 2012. 
Pintura El fusilamiento de Torrijos (Antonio Gisbert, 1888)