Olivia Villoria Quijada
MISIONERO
De espaldas yazco en la pira del sacrificio.
Nos miramos cara a cara.
Nos besamos boca a boca.
Nos frotamos piel a piel.
Levántate, Lázaro.
Bauticemos con el agua de nuestras ganas.
Encendamos los cirios de nuestros sexos.
Ven, Mesías, ungido de Dios,
adoremos al Señor en nuestros cuerpos.
Apóstol enviado, crucifícame en la cruz
de los deseos.
Predicador, entrégame la palabra de salvación
de la vida.
Evangelista, dame a conocer las buenas nuevas
del evangelio de la pasión.
Me abrazo a tu cintura con mis piernas
para que no se pierda ni una gota de tu alma.
Tiembla el tálamo en el apocalipsis que canta
el final de los tiempos de sequía.
Cumplamos la misión, oh Misionero…
Olivia Villoria Quijada.
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MISIONERO
De espaldas yazco en la pira del sacrificio.
Nos miramos cara a cara.
Nos besamos boca a boca.
Nos frotamos piel a piel.
Levántate, Lázaro.
Bauticemos con el agua de nuestras ganas.
Encendamos los cirios de nuestros sexos.
Ven, Mesías, ungido de Dios,
adoremos al Señor en nuestros cuerpos.
Apóstol enviado, crucifícame en la cruz
de los deseos.
Predicador, entrégame la palabra de salvación
de la vida.
Evangelista, dame a conocer las buenas nuevas
del evangelio de la pasión.
Me abrazo a tu cintura con mis piernas
para que no se pierda ni una gota de tu alma.
Tiembla el tálamo en el apocalipsis que canta
el final de los tiempos de sequía.
Cumplamos la misión, oh Misionero…
Olivia Villoria Quijada.
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