de Jorge Juan Fernandez Marcilla, el Viernes, 13 de Julio de 2012 a la(s) 11:09 ·
Llevas como una sombra en la mejilla,
ese beso enlutado y oprimido,
cansado de viajar como un aullido,
que va buscando luna que más brilla.
Navegando entre mares sin orilla,
van tus ojos vidriosos y dormidos.
Más allá de los sueños permitidos,
aún renacen tus ansias más sencillas.
Descansas la mirada entre la brisa,
como un murmullo que te alivia el día,
sembrando el corazón de paz tardía.
Viviendo un sin vivir que se divisa,
se cierra tu intelecto a la cordura
y se abre el corazón a la ternura.
Pintura de Roberto Liang Óleo sobre lienzo
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