COHERENCIAS INCOHERENTES POR LUISA GARCÍA
1
Por frente a mi puerta desfila
una caravana de muertos
con coces incrustadas en el cerebro
van pateando sus ojos
lamiendo el terror de sus huesos
cargan un pánico agrietado
entre manzanas y esqueletos.
2
La puerta estornuda arañas
telas hiladas con impaciencia
en ellas se escudan soliloquios
de arrebatado mimetismo
en el que se esconden los muertos
que deambulan en los temblores.
3
Yo, en el quicio me confundo
soy, la casi muerta que está viva
la casi viva, que está muerta
esquilmada por la ventisca
de navajas harapientas
que intentan cercenar mi pensamiento.
4
Pido a Dios, que no me lleven
no me empujen, ni me excomulguen
de las raras sombras anegadas
dentro de mi cabeza
escalofriadas ideas encontradas
bajo el cielo perplejo
en el que me duelo de los muertos.
5
Rompieron sus aburridos buroes
ensimismados en papeles y polillas
los mostradores con baratijas
callaron los celulares con pésimas noticias
aquellos tubos en los que danzan
con billetes en los pares sudados
en el misterio de la noche desvelada
entre gritos y maullidos imprevistos.
6
Ahora recorren las calles cortando
en tiras los grises y envejecidos trajes
matando corbatas desteñidas
chamuscando las lenguas de los fieles zapatos
afilando como puñales las agujetas
ahorcando con los cordones
los testículos polvorientos
sacados a la luz sin más ultraje.
7
¡Han sido ellos mismos soplados
como duros mocos de la nariz del tiempo
de la burocracia comedida y satisfecha
y yo me agazapo tras las mariposas
de los ojos mios que salen del helado cerco
abriendo sus gastadas y azules alas
para no sumarme a la caravana de míseros
que avanza rumbo al cementerio
de los ilusos muertos, inconfesos!
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