de Isabel Gattarello
Estoy sola en la muchedumbre.
Me vuelvo innombrable
en este tránsito de infinitas muertes.
Sombra tibia y resbalosa
me derrito en los umbrales.
Zarpazos de ruidos me estremecen.
Una caravana de cadáveres me atropella
y no los siento.
Caras extrañas se funden con la mía.
Cuando estén todas, quedaré inerte.
Son muchedumbres de mí.
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