PAISAJE DE PORTICI DE MARIANO FORTUNY
PAISAJE DE PORTICI 1874
Acuarela 46,5x 32 cm
Museo Nacional del Prado, Madrid
En la fertil producción de Fortuny , el paisaje ocupa un lugar
cualitativamente importante . De hecho podría afirmarse
que las pinturas del artista que pueden adscribirse plenamente
a este género datan de su período de formación en Reus y
Barcelona.
Ya instalado en Roma , es cuando comienza propiamente su
carrera profesional , no cultiva el género, salvo en estudios
preparatorios , o como telón de fondo de sus composiciones.
En cambio, a partir de su estancia en Granada , Fortuny va
mostrando un interés cada vez mayor por la representación
de escenas al aire libre y, concretamente , por los efectos
luminícos y de los celajes que ocupan una parte importante
de la composición , si bien en la mayoría de ellas el pintor
incorpora una escena con figuras que, en definitiva , es la
que adquiere un mayor protagonismo.
Cuando Fortuny llega a Portici en el verano de 1874, su
lenguaje artístico iba a experimentar un cambio decisivo,
fruto de diversos factores de índole bien distinta . Por una
parte, la decidida voluntad de prescindir de las imposiciones
de su marchante y " pintar para mí , a mi gusto y todo lo que
me de la gana " como él mismo había manifestado poco
después de su llegada a Portici.
Al mismo tiempo , durante aquel verano , Fortuny, alejado
de las obligaciones de su taller en Roma , vivió por primera
vez en contacto con la naturaleza y especialmente con el
mar, que se podía contemplar magníficamente desde una
terraza de Villa Arata, la casa " con el mar por un lado y
un jardín por el otro " que Fortuny y su familia ocuparon
en aquella población en la bahía de Nápoles , en la falda
del Vesubio, lo cual, por su luz y por su clima , reunía las
características de dos lugares tan apreciados por el artista
como el norte de África y Andalucia
En Paisaje de Portici Fortuny el encuadre eleva la linea
del horizonte. El atrevido encuadre muestra un terraplén
en primer término con zonas sombreadas en contraste
con unas construcciones de color ocre y marrón que
reciben una luz intensa por el lado izquierdo , mientras
que somete el lado derecho del lienzo a una semipenumbra.
El color del cielo de un azul intenso es nítido sin que una
sola nube aparezca por el horizonte
Corina Tanagra
8 enero 2012
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