Aquella víspera de Reyes Poemas de Julio C. García Sánchez (Poemario "El poeta no envejece" - 2011)
En honor a los abuelos del mundo que nunca dejan de ser padres. Este poema captó la atención mundial en el año 2010 a través del Internet, y se tradujo al Catalán por la escritora, poeta y profesora española María Teresa Bravo Bañon.
Por la ladera venía
aquella figura
encorvada.
en sus hombros
cargaba pesadamente
los grandes mazos de leña,
el machete afilado
y su linterna encendida.
Era ya de mañana
apresuraba su paso,
las horas transcurrían
mostrándose preocupado.
El sudor comenzaba
a bañar su rostro,
castigado por el sol
con sus rayos infrarrojos.
Pero era necesario
llegar al pueblo
vender la leña
a cualquier precio
porque era víspera
de Reyes, y su nieto,
su queridísimo nieto
desesperado esperaba
los juguetes anhelados.
¡Gentes bondadosas!
gritaba por las calles
¿necesitan buena leña?
no es muy cara, es barata,
y debo venderla.
Al caer la tarde,
un buen samaritano
apresurado le compró,
los últimos leños
que le quedaban.
Le dio gracia a Dios
elevando su rostro al cielo
y a la tienda se dirigió
corriendo, desesperado,
apretando entre sus manos
el dinero destinado
para comprarle los regalos
a su nieto adorado.
Al fin vio al otro lado
la tienda de los juguetes
en los mostrarios se exhibía
los soldaditos de plomo
el carrito de bombero,
y la bicicleta que quería.
Los ojos del abuelo brillaron
como dos grandes luceros,
su emoción daba vuelcos
solo pensaba en lo felíz
que se sentiría su nieto
cuando el día 6 de enero
Los Tres Santos Reyes
lo convirtieran alegremente
en uno de los niños
más felices del universo.
Y corriendo cruzo la calle,
sin percatarse
de la sombra veloz
que venia
¡gritos! ¡llantos! luego silencio,
y sintió la agonía
lentamente dos veces.
Una estaba
por concluir,
y la otra, pausadamente,
quizás la más dolorosa,
la sentía internamente.
No cumplirle a un ángel
en un día de Reyes.
Los lamentos no cesaron
la gente corrió
a socorrerlo,
su cuerpo estaba inerte
el rostro desencajado
con una mueca de dolor,
y en sus manos apretaba
el dinero ensangrentado
para un propósito noble
que nunca se cristalizó.
El anciano expiró lentamente
con los ojos abiertos,
mientras lejos un niño sentado
esperaba Los Tres Reyes Magos
y la llegada de su abuelo.
Derechos Reservados
Poemario "El poeta no envejece" (2011)
Autor: Julio C. García Sánchez
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