Abórdame
con suavidad,
como lo es
acariciar a
una flor.
Quiero llegar
a tu alma,
como la mañana
enamorada.
Sentir tu
respiración
y tu olor.
No digas nada,
sólo siente
mis manos
que te tocan.
Entra en mí,
flagelando
con fuerza
la pasión de
mis poros,
de mis rojas
carnes que
te esperan
cada tarde.
Quiero te
detengas
frente a mí,
para hacerte
sentir...sentir
que eres para mi.
S Flores, D Res Agosto 2010
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