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jueves, 19 de agosto de 2010

Bailarina de Cristal I. de Karla Ev Stöker,

En una hermosa cabaña ... vivía una joven cuyo nombre era : Nadezhda.

Sobre todas las cosas ella deseaba con toda el alma algo llamado: Ballet. Solo que había un problema... ella ... era invalida.

Vivía con su tía, de nombre : María , pero todos en el pueblo la llamaban ¨ Marie ¨ , a propósito, nuestra encantadora historia se desarrolla en las afueras de Moscú, Rusia.

Nuestra bella joven , tenía ya, la edad suficiente para demostrar algún talento... sea cual sea que tuviera.

Cuando ella tenía aproximadamente 5 años, aun gozaba de una muy buena salud, podía moverse, saltar y hacer todo lo que una chiquilla de 5 años realizaba... hasta que, una rara enfermedad la dejo con la mitad del cuerpo sin poder moverse.

Sus padres murieron a causa del frío invierno en un viaje a Francia. Pero quiero pensar que ella era feliz con su tía y su fiel perro.

Oh ¿Ya les conté de su fiel amigo? ... bueno en ese caso solamente puedo decirles que es un perro hermoso, color miel y no muy alto, él cuida de Nadezhda mientras la tía Marie sale a comprar las cosas para la merienda.

Nadezhda era una joven encantadora, la señora Vlavz siempre le decía que tenía unos ojos más azules que los del mar mismo y su cabello mas oscuro que una noche de octubre. Muy cerca de la casa de nuestra joven, estaba el Gran Palacio de Baile, todas las muchachas de la ciudad soñaban con hacer una presentación de baile ahí. Anteriormente la tía Marie, sabía algo de ello, pero nunca quiso darle falsas esperanzas a su sobrina.

Como todas las noches, la hermosa joven se despertaba , solo para mirar por su enorme ventana... el maravilloso cielo estrellado ( en muy pocas ocasiones... podía verse la luna ). Y seguramente ustedes al igual que yo, podemos imaginar que ella pensaba siempre en su sueño imposible... El baile.

Para una chiquilla como ella... no pudo haber vida mejor, que la de estar en una silla de ruedas.

¿Hasta cuándo dejare de estar en esta incómoda silla? ¿Qué no hay una cura para mi mal?

Nadezhda se lo cuestionaba cada mañana, cuando subía la tía Marie, y como cada mañana, ella le ayudaba a sentarse en la silla, hasta que caía de nuevo la fría noche.

Como se era costumbre, todos los viernes la tía Marie, llevaba a Nadezhda a la ciudad, mientras la tía compraba comida para el resto de la semana, nuestra joven se quedaba sentada a contemplar a las otras muchachas del pueblo, mientras ella estaba ahí, inmóvil... sentada, las demás muchachas corrían y hablaban con los otros chicos.

Mientras ella volaba en sus pensamientos, sin darse cuenta, una chiquilla ( hija del panadero, ya saben, una niñita rusa, blanca como la nieve, de ojos azules y finas facciones ) se acerco para verla.

-¿Por qué no te paras? - le pregunto con una inocencia mayor que la de Nadezhda.

-No puedo, estoy enferma. -Le responde la joven, mientras aun miraba a las chicas.

-Nunca lo has intentado... Si tal vez intentaras pararte y correr...

-Mis piernas no me lo permiten, no puedo moverme.

-Mi mamá siempre me dice, que nunca hay algo imposible. ¿En donde esta tu mamá?

Nadezhda queda congelada por la pregunta de la niñita, y en seguida sus ojos desatan un río de lágrimas...

-Perdone que la moleste señorita, pero no puedo dejar de pensar que usted esta triste, y no soporto ver a una dama llorar.

En menos de medio minuto Nadezhda deja de hacerlo , no levanta la cara, pero sigue la conversación.

-¿Y por qué supone que yo estoy llorando?

-Señorita, cualquiera que la viera con esa cara de tristeza, sabría que usted esta llorando, pero sus lágrimas no son simples, llora de algo más profundo.

-Y no se equivoca en eso...

-Si usted esta de acuerdo, podemos ir a tomar un café.

Mientras discutían de asuntos cotidianos, Nadezhda saco un tema, la conversación en seguida tomo ritmo.

Fin de la primera parte de Bailarina de Cristal.

Karla Stöker Derechos Reservados.

Quiero agradecer antes que nada, a mis queridos lectores, a mis fieles amigos...

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