Nada es tan suave como tus manos
Cuando se deslizan, bajo mi blusa
Ni tus labios, cuando recorren mi cuello
Caminando a tu vera he gozado de mil sensaciones
De veredas hermosas e infinitos cielos
He navegado por ríos y mares de ilusiones
Me has subido a las nubes y bajado a los océanos
Volando en alfombras mágicas y en caballos alados
Y en una carroza dorada, me has llevado hasta tu trono
Ahora tú y yo estamos en la tierra
Luchando codo a codo
Pertrechados como en una batalla
Nadie nos vencerá, pues tenemos un mismo estandarte
El del amor, la confianza y el respeto
Te amo mi vida porque eres esa llama que siempre en mi corazón esta encendida
Mayte Arenas
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